Calles y plazas

Calles :

El barrio del Albaicin :

 A extramuros del pueblo, donde antiguamente vivieron los moriscos que en gran número trajo de las Alpujarras a su Villa, Ruy Gómez de Silva. Pusieron sus casas y talleres, dedicando durante largos años al trabajo de la seda. En este mismo barrio tuvo casa el dramaturgo Leandro Fernández de Moratín.

Calle de Eboli:

Antiguamente calle Ancha, se entra en la villa, por su largo camino, observamos un conjunto de edificios populares entre ellos algún Palacete de antigua portada gótica.

Calle Mayor:

desde la Plaza de la Hora asciende suavemente hasta la Colegiata, abundan ejemplos de construcción alcarreña, con planta baja de mampostería o incluso de sillar, planta alta de revoco en yeso. Escudos de armas por los muros y en interiores.

La Castellana:

situada más o menos en el centro, desde el palacio hacia la colegiata y el concejo (Ayuntamiento) en la bajada desde las Cuatro Esquinas de la calle Mayor, hacia arriba esta la fuente de los Cuatro Caños y hacia abajo La Castellana (Santa Teresa de Jesús), al final de ella estaba situada, una puerta de entrada y salida de la muralla que rodeaba Pastrana. La cual te lleva al convento del Carmen situado a unos dos Kms.

Esta calle es peculiar, porque es estrecha y muy empinada antiguamente era de bajada y subida, había problemas con el tráfico, y ahora es de un solo sentido, por ella subían los toros en las fiestas de agosto.

Nada más empezar la calle, había una discoteca y un pub llamado Recópolis, poco más abajo hay una casa que tiene un escudo o blasón, sin identificar, que se supone seria de armas.

Sus casas son la mayoría normales, de una o dos plantas, algunas bastante pequeñas, en las que unas tienen habitaciones dentro de otra casa, al final o (parte de abajo) hay una casa situada a la derecha, reformada que tiene una puerta muy bonita. Al final de la calle hay una ermita a la izquierda llamada San Pedrillo, también está la piscina y a la derecha se ve el convento San José. Por las tardes noche salen a tomar el fresco los vecinos, a un pequeño jardín en la parte de abajo, donde se reúnen de tertulia, hablando de cosas del pueblo.

Destaca el edificio del Ayuntamiento, detrás del cual encontramos varias calles muy importantes para Pastrana: El Heruelo, del Almendro, del Pilar, de los Remedios, de las Animas, de la Palma, de las Siete Chimeneas de las Monjas, calle arco de San Francisco etc., son algunas de las que sirve de nombrar por su calle estrechas y frescas callejas, todo un conjunto de espacios urbanos que define la villa.

Plazas

Plaza de la Hora:

Esta plaza forma en esencia, la inmensa fachada de piedra de sillería, del palacio ducal, al otro lado el adarve; original balcón de piedra sobre la fresneda, desde el que se divisa el verdor de la huerta. En contraste con los ásperos cerros que circundan Pastrana, tenia soportales en los dos lados, de los cuales se perdió uno de ellos

El crucero que hay en el centro es de jaspe y fue colocado el año 1820. Procede del barrio del Albaicín. La muralla del adarve, se hizo en 1789.

Aquí, se celebraban los mercados de productos del campo al que acudían agricultores del pueblo y los pueblos próximos. Hoy se siguen instalando sus puestos los vendedores ambulantes, todos los miércoles de la semana hoy día también se celebra las fiestas Ducales y la fiesta popular de agosto en esta magnífica plaza.

Plaza de los Cuatro Caños:

De pequeñas proporciones, constituye uno de los lugares más representativos de la Villa por su artística fuente de los Cuatro Caños que hoy da nombre a la plaza. En tiempos, también fue plaza porticada. Actualmente carece de soportales, una de casas de esta plaza luce un escudo de mármol, sobre una fachada construida a principios del siglo actual. En ella, vivió Dª Berenguela, madre de Fernando el Católico.

Plaza del Dean:

La constituye el atrio del que fue convento de San Francisco, a cuyo conjunto pertenecen los edificios que la forman. Está la casa del Deán, cuartel de la guardia civil; la ermita de Santa Ana, escuela de música y el hospital de San Miguel. En ella desafiando el paso de los siglos, permanece la airosa espadaña de ladrillo del convento.

Viviendas de Interes:

Casa Moratin:

Situada en la calle de Moratín, mando construir en Pastrana Leandro Fernández de Moratín un convento y colegio en esta finca, está unida a la villa por fuertes lazos familiares, Su abuela Doña Inés González Cordón, natural de Pastrana, en 1789 compró una vieja casa y amplio terreno extramuros de la población cerca del convento de San Francisco, con intención de construirse una casa con jardín y huerta. Al estilo de huertas ajardinadas que los moriscos introdujeron en Pastrana.

Con la desamortización de bienes civiles, la casa pasó al estado y fue subastada 1859. Posteriormente fue adquirida por la Compañía de Jesús, la cual la cedió a la comunidad de Carmelitas de la Caridad para establecer un colegio de niñas, que fue remplazado por la de Misioneras de María, actualmente pertenece a un particular.

Casa de los Burgos:

Este gran caserón o casa solariega, es el denominado palacio de los Burgos, el cual sobre su fachada principal, y sobre su portón arquitrabado que le sirve de entrada, ofrece el escudo de armas de esta familia timbrado por la clásica celada que señalaba su hidalguía.

Palacio Viejo:

Se encuentra ubicado en lo que clásicamente se conoce como la Calle Ancha. (Actualmente C/Éboli) Sabemos que los edificios de esa calle no existieron en la Pastrana medieval, siendo junto al convento de San Francisco el único extramuros del pueblo.

Fue un lugar donde residió la primera Señora de Pastrana Doña Ana de Mendoza cuando adquirió la Villa de principios del siglo XVI, había sido caserón (Hospedería) de los Caballeros Calatravos y luego Palacio Señorial, junto a la muralla del pueblo (Extramuros). Al final, el palacio quedó unido al núcleo de la vieja villa.

Introducion Historica:

Portada:

Su portada, de acentuadas formas góticas, está compuesta por una entrada de arco de medio punto, rebajado, abocinado con arquivoltas, propias de esa centuria, muy similar a la portada primitiva de la Colegiata. El exterior aparece decorado con una moldura ornamental.

Jardines:

La estructura del jardín está compuesta por terrazas descendentes hacia el valle del Arlés, estando la casa en el nivel más alto. Desde su ancho zaguán, que es repartidor de escaleras y salones, se pasa al nivel alto del jardín, en el que hay dos estanques, uno de ellos de piedra, con aliviadero, del que surge el agua encaminada hacia los inferiores niveles. Desde la puerta del edificio, rodeado de parras y oyendo el cantarín rumor del agua, se ve la abierta serenidad del valle, perdiéndose entre cerros, pinares y olivares desde la Alcarria hacia el Tajo. A través de escalinatas laterales, se accede al segundo nivel, más bajo, donde hay un estanque mayor, árboles y arbustos floridos, setos olorosos, emparrados, un nogal, un tilo, más lirios y rosales, ciruelos, higueras y laureles. Una pequeña puerta permite la salida, de escape, hacia el camino lateral. En el último nivel encontramos el huerto. Los artífices de este jardín del Palacio Viejo, característico del siglo XVII, fueron los moriscos de la localidad.

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